Currículum
Curso: Curso: "Evaluar para Mejorar: Fortalecie...
Acceso

Curriculum

Curso: "Evaluar para Mejorar: Fortaleciendo la cultura de la evaluación en América Latina y el Caribe"

Text lesson

5. Elegir el tipo de evaluación, diseño y método más adecuados

Conectar las preguntas evaluativas con decisiones metodológicas

Una vez que se ha definido el propósito de la evaluación y se ha comprendido en profundidad la intervención a evaluar —incluyendo su lógica de funcionamiento, nivel de madurez y la evidencia existente—, el siguiente paso es decidir qué tipo de evaluación se ajusta mejor a las necesidades identificadas.

Esta decisión permitirá definir con mayor claridad qué diseño y qué métodos utilizar para generar la información más útil y pertinente. En esta sección abordaremos de forma introductoria, cómo traducir las preguntas evaluativas en decisiones metodológicas concretas, considerando también las características del programa y las expectativas de los actores involucrados.

5.1 Seleccionar el tipo de evaluación en función de las preguntas

Como ya se ha revisado, las evaluaciones pueden ser de distintos tipos —piloto, de proceso, de impacto o económica— en función de las preguntas que se planteen. A su vez, el diseño puede ser experimental, cuasi-experimental o no experimental, y cada cual presenta distintas metodologías posibles.

Es importante recordar que la evaluación puede y debe acompañar todo el ciclo de vida de una intervención, no sólo al final. Evaluar antes de implementar puede fortalecer el diseño, durante la implementación permite mejorar en tiempo real, y después permite valorar su efectividad global.

Evaluar antes de la intervención, tiene el objetivo de fortalecer su diseño. Ayudando a responder preguntas como:

  • ¿Cuál es la lógica de funcionamiento de la intervención y qué evidencia la sustenta?
  • ¿Cuáles son los posibles motivos por los que la intervención podría no tener éxito, y qué evidencia lo indica?
  • ¿Qué riesgos e incertidumbres deben tenerse en cuenta en el diseño y la implementación?
  • ¿Qué información de base se requiere para poder evaluar los cambios que se produzcan a futuro?

Evaluar durante la ejecución de la intervención busca valorar si las actividades y productos se están desarrollando como estaba previsto y si aparecen indicios del logro de los objetivos y por qué. En esta etapa la evaluación tiene mayor oportunidad de influir en las decisiones y contribuir a que la política logre los beneficios esperados. Responde a preguntas como, por ejemplo:

  • ¿La política se está ejecutando conforme a lo planificado?
  • ¿Está generando los resultados esperados en esta etapa?
  • ¿Su funcionamiento es consistente en diferentes territorios o con distintos grupos objetivo?
  • ¿Qué indicios iniciales hay sobre el impacto deseado?
  • ¿Han surgido efectos no previstos, ya sean positivos o negativos?
  • ¿Es posible realizar mejoras o ajustes durante la implementación para optimizar los resultados?

Evaluar hacia el final o una vez finalizada una política, programa o proyecto, buscan analizar o evaluar su calidad, con la finalidad de determinar sus fortalezas y debilidades. Aquí es posible realizar un análisis integral, que permita formular afirmaciones más concluyentes sobre el diseño, la implementación y los resultados. Algunas preguntas clave en este momento son:

  • ¿La política logró los resultados que se proponía?
  • ¿Cuál fue la magnitud del impacto? ¿Estos resultados variaron según los grupos destinatarios?
  • ¿En qué medida la intervención contribuyó a los cambios observados?
  • ¿Se identificaron efectos negativos o no esperados como resultado de la política?
  • ¿Qué aprendizajes deja esta experiencia sobre lo que funciona en este tipo de intervenciones? ¿Qué lecciones pueden aplicarse a futuros programas o políticas?

5.2 Elegir el diseño y los métodos más adecuados

Una vez seleccionado el tipo de evaluación, se deben elegir el diseño y los métodos más pertinentes. Estas decisiones metodológicas deben ser coherentes con las preguntas planteadas, los objetivos de la intervención y las condiciones del contexto.

📊 El diseño puede ser:

  • Experimental, cuando se puede asignar aleatoriamente quién recibe o no la intervención (por ejemplo, con ensayos controlados aleatorizados).
  • Cuasi-experimental, cuando se pueden construir grupos de comparación sin aleatorización (por ejemplo, emparejamientos o regresiones discontinuas).
  • No experimental, cuando se analiza la implementación o resultados sin grupos de control (por ejemplo, estudios de caso o análisis cualitativos).

 

La selección de métodos (cuantitativos, cualitativos o mixtos) dependerá también de las capacidades técnicas, recursos disponibles y nivel de madurez de la intervención. En el Módulo 4 profundizaremos en estos aspectos.

5.3 Involucrar a los actores clave en el diseño de la evaluación

Como se revisó en el módulo anterior, toda evaluación implica múltiples actores con intereses diversos: diseñadores, implementadores, tomadores de decisión, beneficiarios directos e incluso la sociedad civil. Incluir sus perspectivas desde el inicio es clave para asegurar la relevancia del proceso y maximizar la utilidad de los resultados.

Establecer un lenguaje común y alinear expectativas entre quienes lideran, participan y usan la evaluación es esencial para lograr un proceso robusto. También lo es fomentar espacios de diálogo, aprendizaje y comprensión compartida sobre qué se está evaluando, por qué y cómo.

Complementar conocimientos entre actores y fortalecer capacidades institucionales también es parte del proceso: compartir enfoques, revisar metodologías y promover la apropiación de resultados permitirá no solo mejorar las intervenciones evaluadas, sino también enriquecer el ecosistema evaluativo de forma sostenida.

Fuente: SUMMA. (2022). [Imagen]. En Avanzando juntas: Red de trabajo colaborativo de Jardines Infantiles y Salas Cuna del SLEP Gabriela Mistral (p. 31). SUMMA. 

 

5.4 Planificar la evaluación desde el inicio

Planificar la evaluación desde el inicio de una intervención es una buena práctica y una condición clave para asegurar su utilidad, calidad y relevancia. 

Integrar la evaluación en el diseño de los programas permite que esta no sea una instancia aislada al final del proceso, sino una herramienta activa para mejorar la intervención desde el principio y para capitalizar la mayor cantidad de aprendizajes del proceso de implementación. 

Una planificación temprana de la evaluación permite:

  • Fortalecer el diseño del programa. La evaluación puede aportar desde el inicio al diseño de la intervención, ayudando a definir mejor su estructura, enfoque y lógica de implementación.
  • Anticipar riesgos e incertidumbres. La evaluación temprana permite identificar posibles desafíos o efectos no deseados, y preparar estrategias de adaptación o mitigación.
  • Asegurar la disponibilidad de información clave. Es fundamental decidir desde el inicio qué tipo de datos se necesitarán (por ejemplo, datos de línea de base o grupos de comparación), ya que si se recolectan demasiado tarde pueden limitar la capacidad de responder a las preguntas de evaluación. 
  • Recolectar datos de forma más eficiente. Cuando la evaluación se piensa desde el comienzo, la recolección de datos puede integrarse al programa, evitando esfuerzos duplicados y reduciendo costos. Incluso pequeños ajustes en el diseño, como incorporar encuestas obligatorias, registrar datos administrativos, o planificar un piloto antes del escalamiento, pueden marcar la diferencia entre una evaluación útil y una que no puede generar evidencia sólida.

En síntesis, la evaluación alcanza su mayor valor cuando se la integra desde el inicio y a lo largo de toda la intervención. Evaluar antes permite fortalecer el diseño, anticipar riesgos y definir la información clave para valorar resultados futuros. Durante la implementación, la evaluación ofrece evidencia útil para ajustar el rumbo y maximizar el impacto. Y al finalizar, permite analizar los logros, identificar lecciones aprendidas y sustentar decisiones sobre la continuidad o rediseño de la intervención.

Planificar la evaluación desde el comienzo mejora la calidad del proceso, y garantiza que los datos necesarios estén disponibles en el momento adecuado, optimizando recursos y aumentando la utilidad de los hallazgos. Así, la evaluación se convierte en una herramienta estratégica para el aprendizaje, la mejora continua y la rendición de cuentas.

En los próximos módulos de este curso, particularmente en el Módulo 4: Diseño de la evaluación  y el Módulo 5: Ejecución de la Evaluación, abordaremos los pasos necesarios para diseñar y ejecutar una evaluación robusta, que sea coherente con los objetivos propuestos y al alcance definido. 

 

Haz clic en siguiente/next para avanzar ➡️