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Curso: "Evaluar para Mejorar: Fortaleciendo la cultura de la evaluación en América Latina y el Caribe"

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2. Definir el propósito de la evaluación: ¿Por qué y para qué vamos a evaluar?

Como vimos en el Módulo 1, el valor de la evaluación reside en su capacidad para adaptarse a diversas necesidades, momentos y actores dentro del sistema educativo. Evaluar no siempre significa lo mismo, ni se realiza con los mismos fines. Por eso, comprender sus objetivos y distinguir claramente sus posibles usos es esencial para que los resultados sean significativos, pertinentes y efectivamente aprovechados.

Una vez reconocida esta diversidad de propósitos, el siguiente paso es identificar de manera concreta cuáles son las necesidades que motivan la evaluación en un contexto específico. Este proceso requiere dialogar con los potenciales usuarios de la evaluación para comprender sus preguntas clave, qué tipo de evidencia necesitan y cómo esperan utilizar los hallazgos para tomar decisiones informadas.

     

Fuente: Taller SUMMA (diciembre 2023) para el establecimiento de un lenguaje común en torno a la evaluación del Programa ProFuturo en América Latina. Madrid, España.

Para orientar esta identificación, puede ser útil preguntarnos:

  • ¿Quiénes serán las personas usuarias de esta evaluación? Pueden ser autoridades de Ministerios, equipos escolares, donantes u otros actores que guían políticas y decisiones educativas.
  • ¿Qué decisiones necesitan informar con esta evaluación? Esto podría incluir mejorar proyectos y programas educativos, ajustar políticas públicas, distribuir recursos o diseñar nuevas estrategias de enseñanza.
  • ¿Qué tipo de evidencia consideran más creíble y útil? Dependiendo del perfil de las partes interesadas, algunos usuarios pueden requerir datos cuantitativos, cualitativos, o preferir la combinación de ambos enfoques.

En el módulo anterior, exploramos a los actores clave en la evaluación de programas educativos y los propósitos y beneficios asociados a estos procesos. En este módulo, nuestro foco será traducir estos propósitos en decisiones prácticas sobre el alcance de la evaluación.

2.1 Formular buenas preguntas evaluativas

Una vez definido el propósito y los usuarios clave, es esencial transformar esas necesidades en preguntas evaluativas claras y focalizadas. Estas preguntas son el eje de todo el proceso: orientan el diseño metodológico, guían la recolección de datos y determinan cómo se interpretarán los hallazgos.

Las preguntas de evaluación deben estar alineadas con los objetivos de la intervención, las decisiones que se espera informar y las prioridades de los actores involucrados. Además, deben considerar el momento en el ciclo de vida de la intervención en el que se aplicará la evaluación.

Por ejemplo:

  • Si se desea conocer la viabilidad de una intervención piloto, se requerirán preguntas que exploren su diseño y condiciones de implementación.
  • Si se busca comprender el proceso de implementación, las preguntas deben indagar en las dinámicas operativas y los factores contextuales.
  • Si el propósito es medir el impacto, las preguntas se centrarán en los resultados observados y en su atribución causal.
  • Si el interés está en la eficiencia, se analizará la relación entre costos y beneficios.

A continuación, se presentan ejemplos de preguntas evaluativas asociadas a distintos tipos de evaluación:

Tabla 4: Tipos de evaluación y sus respectivas preguntas 

Tipo de evaluación

Preguntas

Piloto

  • ¿Es viable implementar esta intervención tal como fue diseñada?
  • ¿La intervención está bien fundamentada en su Teoría de Cambio?
  • ¿Puede esta intervención generar los resultados esperados?
  • ¿Los recursos disponibles son suficientes para implementar la intervención de manera efectiva?
  • ¿Qué ajustes serían necesarios antes de una implementación a mayor escala?

Proceso

  • ¿La intervención se ejecutó según lo planificado?
  • ¿Qué aspectos de la implementación resultaron más o menos efectivos, para quiénes y por qué?
  • ¿Qué rol tuvo el contexto de la intervención en la implementación?
  • ¿Hubo cambios o adaptaciones en la implementación? ¿Cuáles y por qué?

Impacto

  • ¿La intervención logró los resultados esperados? 
  • ¿Podemos decir que fue la intervención la que causó esos resultados?
  • ¿Qué papel jugó el contexto en los resultados alcanzados?
  • ¿Cómo impactó la intervención a distintos grupos? ¿Hubo diferencias en los efectos? ¿por qué y de qué tipo?
  • ¿La intervención podría replicarse en otro contexto?
  • ¿Qué aprendizajes nos deja sobre cómo generar impacto y que puedan ser aplicados en otras experiencias?

Económica

  • ¿Se utilizaron los recursos de forma eficiente?
  •  ¿Qué costos inesperados surgieron durante la intervención?
  • ¿Qué relación hubo entre los costos y los beneficios obtenidos?
  • ¿Existen alternativas más rentables para alcanzar los mismos resultados?
  • ¿Qué valor por dinero/recurso generó la intervención?

Fuente: Adaptación con base en: HM Treasury del Reino Unido (2020), “Magenta Book: Central Government guidance on evaluation”. 

En síntesis, para que una evaluación sea útil, es clave definir desde el inicio qué se quiere saber, para qué, para quién y cuándo. Desde SUMMA, sostenemos que un buen proceso evaluativo formula sus preguntas a partir de los propósitos definidos y las necesidades concretas de los actores involucrados.

📚 Recursos recomendados:

En el Módulo: Diseño de la evaluación, exploraremos cómo formular preguntas precisas para cada enfoque.

 

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