¿Quiénes participan en la evaluación de intervenciones educativas?
La evaluación de programas educativos involucra a múltiples actores, cada uno con un rol clave para garantizar la calidad, rigurosidad y pertinencia del proceso evaluativo. Estos actores participan en distintas etapas de la evaluación, y su trabajo coordinado es esencial para asegurar que los resultados obtenidos sean relevantes y útiles para la toma de decisiones y la mejora continua de las intervenciones educativas. La figura a continuación muestra a los principales actores involucrados en los procesos de evaluación en nuestra región, cuya descripción se detalla más adelante
Son responsables del diseño y conducción de evaluaciones, garantizando la rigurosidad metodológica en cada fase del proceso. Trabajan en contacto constante con los equipos implementadores y las comunidades beneficiarias, asegurando que la evidencia recolectada sea válida y útil para la toma de decisiones. Además, seleccionan enfoques y metodologías adecuados al contexto, alineándose con estándares internacionales y promoviendo la transparencia y la ética en la evaluación. Estos equipos, que pueden ser internos o externos, deben garantizar que la evaluación cumpla sus propósitos, responda sus interrogantes y aporte evidencia para el resto de los actores.
Equipos implementadores
Son responsables de la ejecución de las intervenciones y programas educativos. Mantienen un diálogo constante con los diferentes actores involucrados, especialmente beneficiarios, evaluadores y financiadores (si corresponde). Su participación en las distintas etapas de la evaluación permite definir objetivos claros, interpretar los hallazgos de manera adecuada y realizar ajustes oportunos basados en evidencia para mejorar sus prácticas y fortalecer los programas (SUMMA, 2024). Aunque las políticas muchas veces se diseñan desde el nivel central, su implementación suele recaer en distintos actores, a menudo a través de una larga cadena de ejecución. Estos perfiles son quienes llevan adelante la política, programa o proyecto.
Comunidades beneficiarias
Representan a las y los destinatarios directos e indirectos de las políticas y programas implementados. Este grupo incluye a estudiantes, familias, docentes y otros miembros de la comunidad escolar y local que experimentan los efectos de las intervenciones. Su participación en los procesos evaluativos es fundamental para garantizar que la evidencia generada refleje las realidades y necesidades de los contextos en los que se implementan las iniciativas. Son quienes se ven directamente afectados por la política y suelen ser también informantes clave en la evaluación. Su perspectiva es necesaria tanto para definir las preguntas de la evaluación, como para entender su perspectiva sobre la intervención y los cambios que generó (o no).
Gobiernos y agencias estatales
Son los responsables de formular políticas públicas y asignar recursos para el desarrollo de programas y otras soluciones educativas a nivel estatal y local. Además de financiar y promover el desarrollo de evaluaciones, establecen marcos normativos que favorecen o determinan la generación y el uso de evidencia en el contexto educativo. Tienen un rol muy importante en la generación de condiciones para fortalecer capacidades técnicas dentro del sector público para el diseño de evaluaciones para la mejora (Banco Mundial, 2010; Pignatta, 2015).
Organizaciones de la sociedad civil
Estas organizaciones muchas veces cumplen la función de impulsar programas y evaluaciones en diversas comunidades, aportando recursos financieros, técnicos y humanos para acompañar estos procesos. Junto a esto, asumen la tarea ética de promover la transparencia y la rendición de cuentas, favoreciendo el uso de la evaluación para la mejora y no solo la cumplir con las exigencias de la ejecución. Inciden en la formulación de políticas públicas.
Instituciones académicas y centros de investigación
Equipos de investigación y especialistas enriquecen el diseño de las evaluaciones desde su expertise teórica y metodológica, aportando marcos conceptuales sólidos y metodologías rigurosas. Facilitan el acceso a la evidencia, promoviendo la toma de decisiones informada y la transferencia de conocimiento hacia el sector educativo. Además, desempeñan un papel fundamental en la formación de profesionales especializados en evaluación y en el desarrollo de innovaciones metodológicas que fortalezcan la calidad de los estudios evaluativos.
Tomadores de decisiones (de manera amplia)
Este grupo requiere evidencia sobre qué funcionó (o no), por qué y cómo, así como lecciones que puedan ser aplicadas en otros contextos. Son quienes toman decisiones sobre una política amplia o un programa educativo específico, definiendo su continuidad, adaptación, ampliación o, eventualmente, su cierre.
Es importante considerar que existen distintos tipos y niveles de tomadores de decisión, según el grado y ámbito de influencia que ejerzan sobre las políticas y programas. En algunos casos, estos actores pueden coincidir con quienes implementan la intervención, pero no siempre es así. Muchas veces se trata de autoridades públicas que toman decisiones de alto nivel respecto a las políticas y programas educativos en un territorio, estado, país o región.
En la mayoría de los casos, cuando hablamos de tomadores de decisión, nos referimos a los dos ejemplos ya mencionados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en muchos casos, a nivel local, una directora o director de escuela, por ejemplo, también debe ser considerado un tomador de decisiones.
En ese sentido, comprender la diversidad de actores que toman decisiones y reconocer sus distintos niveles de influencia resulta clave para orientar adecuadamente los procesos de generación, comunicación y uso de evidencia, asegurando que esta responda a sus necesidades y contribuya efectivamente a mejorar las políticas y prácticas educativas.
Importancia de la identificación clara de actores clave
Además de los actores directamente involucrados en la intervención, los resultados de una evaluación pueden ser relevantes para otros públicos interesados.
En cualquier caso, desde SUMMA sugerimos siempre realizar un ejercicio de mapeo o identificación de actores en el marco de cada proyecto. Esto dado que cada intervención se desarrolla en un contexto particular, con actores diversos que cumplen funciones diferenciadas y que pueden variar según el nivel de implementación, el tipo de política o programa, y los objetivos de la evaluación. Este mapeo permite reconocer quiénes deben ser involucrados, en qué momentos y de qué manera, favoreciendo una evaluación más participativa, pertinente y orientada a la toma de decisiones.
Asimismo, es importante considerar siempre como otro actor relevante, en un nivel más macro, a la sociedad civil en su conjunto; para que las personas puedan conocer qué se está realizando con los fondos públicos y/o qué cambios o mejoras están ocurriendo debido a intervenciones de organizaciones del tercer sector.
Caso práctico: Estrategias para la colaboración
Caso: “Avanzando Juntas” – Fortalecimiento del liderazgo y colaboración en el SLEP Gabriela Mistral El proyecto Avanzando Juntas es una experiencia impulsada por SUMMA en colaboración con el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Gabriela Mistral, que involucró a 15 directoras de jardines infantiles y salas cuna de tres comunas de Santiago. Su propósito fue fortalecer el liderazgo pedagógico y la capacidad de trabajo colaborativo a través de una Comunidad de Mejora en Red, usando el enfoque metodológico de Ciencia de la Mejora. El proyecto respondió a un desafío concreto: la inexistencia de dinámicas colaborativas entre directoras de educación parvularia. A través de talleres participativos, ciclos de mejora PDSA (Planificar, Hacer, Estudiar, Ajustar), y acompañamiento técnico-pedagógico, se generaron espacios de reflexión profesional, intercambio de saberes y aprendizaje colectivo. La iniciativa evidenció que la colaboración efectiva no se impone, sino que se construye progresivamente mediante confianza, objetivos compartidos y reconocimiento de trayectorias diversas. Las participantes reportaron avances significativos en el sentido de pertenencia territorial, el desarrollo de liderazgos distribuidos y la conformación de una nueva identidad colectiva. El caso muestra cómo la articulación entre equipos directivos, profesionales de apoyo del SLEP e investigadores puede dar lugar a prácticas sostenidas de mejora continua. La sistematización de la experiencia sugiere que la colaboración entre actores diversos —cuando se orienta por metodologías rigurosas y centradas en los contextos locales— puede tener un impacto concreto en la calidad de las políticas y prácticas educativas. 💡 Relevancia para la evaluación de políticas públicas: 🔗 Para conocer más sobre esta experiencia, te invitamos a revisar los siguientres recursos:
2. Publicación con el detalle del proceso y los resultados:
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Para reflexionar… 🕒 Tómate unos minutos y reflexiona sobre las siguientes preguntas, a partir de tu propia experiencia. 🎯 El objetivo de esta actividad es ayudarte a activar conocimientos previos y establecer conexiones significativas con los temas que exploraremos. 📝 Deja registro de tus respuestas en tu cuaderno o bitácora de estudio personal. En tu experiencia:
En los próximos módulos del Curso desarrollaremos contenidos y estrategias asociadas a estas preguntas. |
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